Miel La Cazurra es un sueño convertido en realidad, el resultado de aunar trabajo duro e ilusión a raudales. Detrás de este proyecto apícola están Alberto y Leticia, apicultores de primera generación y apasionados de las abejas.

La guarda y custodia de las abejas es la base de su trabajo y, por ello, se relacionan con la naturaleza de una forma muy respetuosa.

Sus colmenares están situados en la montaña leonesa y en las Reservas de la Biosfera Alto Bernesga y Omaña y Luna, en ecosistemas libres de cultivos intensivos, contaminación y plaguicidas.

La amplia variedad de flora melífera de las montañas de León propicia la recolección de mieles de gran calidad y con características organolépticas extraordinarias en cuanto a gusto, aroma, textura y color.

Miel La Cazurra, en esa búsqueda de mieles únicas y especiales, realiza varias catas de cada colmenar y análisis polínicos de cada muestra de miel para identificar su origen botánico... les fascina el mundo de la colmena.

En el desarrollo de su trabajo es fundamental la trazabilidad del producto, por ello han creado una contraetiqueta muy elaborada que contiene información sobre la ubicación del colmenar del que procede la miel, presencia y, en algunos casos, porcentajes de especies florales presentes en cada miel, así como un indicativo gráfico para aquellas mieles que proceden de las Reservas de la Biosfera. También han añadido unas notas de cata para que cada cucharada de su miel sea una experiencia organoléptica completa.

Además, para garantizar la calidad de su producto, los procesos de extracción y filtrado se realizan de forma artesanal.

Sus mieles son crudas (no han sido sometidas a procesos térmicos) y su cristalización preserva el sabor y la calidad del producto al tiempo que mantiene todas sus propiedades y beneficios intactos.
Las variedades de este año son multifloral, bosque y montaña.